Salud mental y aptitudes psicológicas en la danza
La reciente culminación de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 ha dejado varias reflexiones por realizar, y con grandes repercusiones en lo que concierne al cuidado de la salud mental de los deportistas. Y en el ámbito de la danza… ¿Qué sucede con la salud mental de los bailarines?, ¿Quién se ocupa de abordar sus sensaciones, emociones y miedos?
La reciente culminación de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 ha dejado varias reflexiones por realizar, y con grandes repercusiones en lo que concierne al cuidado de la salud mental de los deportistas. Tal es el caso de Simone Biles. La gimnasta estadounidense, quien había decidido abandonar su tan esperada participación en pos de preservar su bienestar mental, puso sobre la mesa algo que sucede permanentemente. La presión, la exigencia del entorno y la propia, los miedos, la falta de confianza… Todo el tiempo los atletas de alto rendimiento están confrontando estas variables y sin embargo no es algo de lo que se hable demasiado. Las declaraciones de Simone quizá vengan a echar luz sobre lo que hay dentro de estas personas y lo que atraviesan a diario para poder, en algunos casos, lucir una linda medalla en sus cuellos.
Pero la pregunta entonces aquí es: Y en el ámbito de la danza… ¿Qué sucede con la salud mental de los bailarines?, ¿Quién se ocupa de abordar sus sensaciones, emociones y miedos?, ¿Acaso en la alta competencia y en los niveles más profesionales de ejecución, los bailarines no “danzan” a diario con sus inseguridades, dolores, cansancio y lesiones?, ¿Por qué no hay psicólogxs acompañando la actividad artística en elencos y grupos competitivos?
En lo personal son preguntas que me hago a diario y que trabajo desde mi lugar para poder cambiar algo de eso. ¿Vos te las haces?
Como bailarines y profesionales de la salud afines a esta rama artística, debemos saber que dentro de las múltiples posibilidades de intervención y acompañamiento de los bailarines, existen cinco aptitudes psicológicas básicas sobre los que se asienta el rendimiento individual y también grupal que no podemos dejar de conocer. Éstas son: Motivación, Confianza, Concentración, Control de las presiones y Cohesión grupal.
Motivación: Interés por la disciplina, entrenamiento, formación, ensayos y disfrute por lo que se hace. Planteo de objetivos y metas a lograr.
Confianza: Aptitud decisiva. De nada vale un buen entrenamiento físico y técnico sin un nivel de confianza suficiente que aumente el potencial.
Concentración: Capacidad para mantener la atención en la tarea que se realiza, dejando por fuera estímulos y pensamientos que disminuyen el rendimiento.
Control de las presiones: Internas: temor a equivocarse, no rendir al máximo. Externas: público, jurando, maestrxs, familiares.
Cohesión grupal: Necesario para que un grupo pueda transformarse en un equipo.
Cada una de estos pilares están en juego en las distintas disciplinas que practiquemos aunque pueden variar en función de la misma. Es por eso que es importante considerar los factores psicológicos que se desplieguen a partir de estas aptitudes para poder trabajarlas y así orientarnos a rendir en nuestro máximo potencial. Y más allá de alcanzar nuestro máximo potencial, desarrollarse artísticamente de manera saludable.
Licenciada en psicología-Universidad UBA
Se especializa en psicología para la danza