Mitos que bailan en danza

“Dejar las harinas”, “La banana engorda”, “No comer fruta de postre”, “Las legumbres caen pesadas”, “Comer sin gluten” y la lista sigue… Hablamos de estos mitos tan escuchados.

Las dietas de moda y estrategias mágicas son muy seductoras en la comunidad de la danza, en aquellos espacios donde se busca inalcanzablemente un ideal de cuerpo, de perfección y belleza. Si bien promovemos un cuerpo fuerte, sano, que alcance su mayor rendimiento performático, no podemos confundir conceptos claves en nutrición. Veamos aquí en detalle cada mito…

  1. “Dejar las harinas” es un término muy amplio, en general asociado a la omisión de carbograsas y comida chatarra ultrapalatable. Por supuesto que cuando se omiten estas comidas, y son reemplazadas por grupos de alimentos menos procesados e integrales, la persona experimenta bienestar, se siente menos inflamada, descansa mejor, y rinde más en su performance. Pero, ¿Harina de qué? Harina de garbanzos, de arvejas, de quinoa, de avena, de trigo integral, de trigo refinada, de centeno. En general está erróneamente usado el concepto “harinas”, ya que promover una alimentación casera, hacernos preparaciones como fainá, panqueques, budines integrales, panes integrales, muffins, son una excelente opción para incluir en las comidas, aportar hidratos de carbono complejos altos en fibra, que serán utilizados como combustible para el entrenamiento.
  • “La banana engorda”. Ningún alimento engorda por sí mismo. El tejido adiposo (grasa corporal) aumenta, cuando tenemos un superávit de calorías totales en la dieta. Nuestro organismo consume alimentos, formados por nutrientes, que van a metabolizarse en energía calórica para mantener nuestra vida, reparar tejidos, y que las funciones vitales funcionen correctamente. Cuando este valor calórico total del día supera nuestras necesidades, es que podemos aumentar nuestra masa adiposa. Por ende, no hay ningún alimento que engorde in situ. Si consumimos todos los grupos de alimentos en armonía y calidad, y éstos son altos en fibra mayormente, seguramente podamos mantener una composición corporal adecuada para cada objetivo personal.
  • “No comer fruta de postre”. Fisiológicamente no presenta ningún inconveniente la fruta para digerirse como postre. Además, hay ciertos beneficios como la absorción de minerales como el hierro no hemínico, que se beneficia tras la ingesta de vitamina C, presente en algunas frutas cítricas como naranja, pomelo y kiwi. Las frutas tienen hidratos de rápida absorción que brindan energía rápida y disponible para los entrenamientos, por lo que no existe ningún problema en elegirlas como postre. Siempre se prefiere su forma entera o licuada con el aporte de fibra, y no sus jugos que eliminan la misma.
  • “Las legumbres caen pesadas”, estos alimentos tienen hidratos de carbono complejos fermentables en el intestino grueso, por lo que muchas personas presentan cierto disconfort al consumirlas. Son importantes para la síntesis de ácidos grasos de cadena corta como el butirato, que mejora la integridad y el revestimiento de las células intestinales. Se recomienda consumirlas de manera progresiva, en hummus y pequeñas cantidades en sus inicios, darles un buen tiempo de remojo previo a su larga cocción, y cocinarlas con semillas de hinojo, de coriandro, de comino y laurel para disminuir los gases normales que generan.
  • “Comer sin gluten”. El gluten es una red viscoelástica que se genera entre proteínas presentes mayormente en el trigo, el amasado y el agua. Una persona predispuesta genéticamente como es la enfermedad celíaca por supuesto tiene que erradicarlo de por vida, pero si nada de esto existe, no hay ningún motivo para sacarlo de la alimentación. A veces las intolerancias son producidas por ciertos hidratos de carbono fermentables como los fructanos presentes en el trigo, que consumidos en cantidad pueden generar malestar a nivel intestinal. Ante la duda de alguna intolerancia se recomienda no excluir el trigo sin diagnóstico previo porque una enfermedad celíaca no diagnosticada correctamente puede generar problemas de salud a futuro. El trigo es conveniente consumirlo en preparaciones caseras, integrales y agroecológicas. Los procesos de larga fermentación como la masa madre, pueden mejorar su tolerancia.  

Tener una alimentación variada que incluya todos los grupos de alimentos como granos integrales, legumbres, verduras, frutas, frutos secos y semillas, nos proporcionará diversos nutrientes que son muy beneficios para nuestra salud, la prevención de lesiones y las enfermedades crónicas no transmisibles. Hacer preparaciones caseras con estos alimentos y sus harinas, utilizando mínimamente ingredientes, es una invitación para ganar autogestión y soberanía a la hora de planificar nuestras comidas, llevar viandas si pasamos mucho tiempo afuera de casa, comer rico y más sano.

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