Entrevista a Lucía Chilibroste

 

Entrevistamos a Lucía Chilibroste, profesora, escritora, investigadora y historiadora uruguaya. Que actualmente se dedica a dar cursos de la historia de los diferentes ballets tan conocidos por las bailarinas. ¿Pero conocemos toda la historia de estos ballets? ¿Cómo puede ayudarnos como bailarinas el saber más sobre esto?

Para quien no te conoce aún, contanos quien sos y a que te dedicas.

Soy Profesora de Historia y Magister y me dedico a estudiar la historia del ballet. Además, Soy la autora del libro “El equilibrio de bailar, la historia de María Noel Riccetto” y desde hace más de diez años me dedico a conta de diferentes maneras la historia del ballet.

¿Porque elegiste estudiar historia?

Porque soy muy curiosa y siempre quiero saber el origen de todo.

¿Cómo fue tu primer acercamiento a la danza?

Un poco tarde.  A los 14 años más o menos cuando vi en la televisión una función de la compañía de Maurice Bejart que se llamaba “Ballet por la vida”. Era con música de Queen y Mozart. En ese momento yo era fan de Queen, entonces la música me sedujo. Y cuando vi “eso” que ni sabía bien qué era, algo me pasó, y sentí que me fascinó. Fue amor a primera vista.

¿Qué fue lo que te llevo a elegir enseñar historia de la danza?

A mi lo que me pasaba era que como público sentía la necesidad de saber muchas cosas antes de ir a ver un ballet. Quería saber qué historia se bailaba, qué decían en los momentos de pantomima, por qué una versión era diferente de la otra, qué “historias ocultas” podían aparecer detrás del ballet… no sé , sentía que me faltaba muchísima información para poder entender y disfrutar más la obra.

Y a su vez cuando buscaba esa información, no estaba en los programas, era difícil encontrar libros y estaban en otros idiomas, y en internet había tanto y tan desorganizado, que no sabía qué era cierto y qué no. Encones comencé a investigar para mí y me cambió completamente la experiencia de ver el ballet. Disfrutaba todo muchísimo más. Después eso mismo que a mí me ayudaba comencé a contárselo a mis amigos, y luego a hacerlo públicamente como en las charlas que ofrecía antes de cada ballet en el propio hall del teatro del Ballet Nacional de Uruguay cuando Julio Bocca era director. Y ahora lo hago de manera virtual. (Por ejemplo: https://youtu.be/yPy1JezTL28 )

Sabemos que para muchos el solo hecho de pensar en historia les resulta aburrido. ¿Cómo enfrentas este pensar? ¿Cómo haces para que esta no resulte así?

Es un tema eso. Es como que está asociado que la historia es aburrida. ¡Y no hay nada más alejado que eso! ¡La historia es genial! Nos ayuda a entender todo, o al menos muchas cosas. Y bueno, como yo se que esa barrera existe y me encanta reírme, siempre trato de hacer de las clases un espacio en el que nos reímos mucho. Busco anécdotas graciosas y me encanta explotar eso.

¿Cómo crees que puede beneficiar a una bailarina el conocer la historia de los diferentes ballets? ¿Y cómo espectador?

Para mí cambia completamente. Siento que el público y los bailarines están muy concentrados en los pasos, pero no en la historia que se cuenta. Y eso es clave. Es la clave para que el artista conecte con el espectador y este último le crea que es una campesina, un cascanueces o una bayadera.

Pero ese aspecto no se aborda o cuestiona muchas veces. Centran su trabajo en la técnica, en los pasos, pero sin dedicarle el tiempo suficiente a pensar esos personajes. La otra vez ofrecía una clase gratuita en la que veíamos cómo Baryshnikov, a quien yo llamaba un “bailarín pensante” precisamente hacía ese trabajo de estudiar el rol para luego poder interpretarlo mejor. Entonces a la hora de bailar Albrecht en Giselle él se preguntaba: ¿Albrecht realmente ama a Giselle? ¿o está jugando con ella? ¿Si la ama, por qué no le dice la verdad? ¿Si realmente la ama, cómo tendría que ser du danza en el 2ndo acto cuando ella está muerta? ¿Por qué siente que las flores son tan importantes?… estas son simples preguntas que nos podemos o debemos hacer cuando vamos a ver cualquier ballet. (https://luciachilibroste.com/2021/11/04/baryshnikov-un-bailarin-pensante-como-bailar-giselle-y-don-quijote-clase-gratuita/ )

Y yo aseguro que cuando empezamos a ver los ballets con ese lente, o con esos ojos, somos espectadores que vemos mucho más de lo que antes veíamos. Y los bailarines cuando hacen ese trabajo en sus roles, sin duda baila e interpretan de una manera más profunda y eso hace a los personajes mucho más creíbles y emotivos, que para mí es la esencia de un artista. Uno se olvida de cuántas piruetas hizo tal bailarín en tal ballet, pero no de la emoción que le generó cuando lo vio en tal momento. No sé… es algo que a mi me pasa por lo menos.

¿Cómo es tu proceso a la hora de investigar un ballet? ¿En qué te enfocas principalmente?

Es como que me centro en muchas cosas. Por lo general comienzo con la dramaturgia, que para mí es lo fundamental. Cuál es la historia que vamos a ver. Por ejemplo: ¿qué cuenta este ballet? ¿Quiénes son los personajes? ¿Cómo de acuerdo a la época y el estilo bailan o se comportan esos personajes? Si conocemos esto en profundidad, ya todo tiene otro peso. Por ejemplo, si vemos Onegin y conocemos el cuento de Pushkin, la carta que Onegin le escribió a Tataiana y cómo ella profundamente enamorada de él lo tiene que rechazar por su honor, es imposible no terminar llorando y rotos juntos con Tatiana ja ja.

Después me encanta ir al momento en el que surge la obra y ver por qué las personas involucradas en su creación eligieron poner esa obra en escena y cómo la vida de esas personas también la vemos en la obra y nos permite ver más en la coreografía. Por ejemplo la vida oscura de Kenneth MacMillan parece inseparable de su obra. A su vez si puntualmente vamos a un momento específico del coreógrafo, vemos aún más…. No sé… La esposa de MacMillan cuenta que cuando él hizo Manon estaba como obsesionado con el patinaje sobre hielo, y eso lo vemos claramente en escenas del ballet.

Y también me gusta conocer cómo esa obra original se fue transformando en el tiempo. Si hay diferentes versiones, a qué responden, para que también entendamos por qué una vez vimos una cosa y ahora puede ser que veamos otra.

¿Los ballets que consideramos tradicionales, siempre fueron como los conocimos? ¿Hubo cambios a lo largo de la historia?

Hoy nadie soportaría un ballet clásico tradicional, especialmente de le época de Petipa tal como fueron en su estreno. ¡Duraban mil horas! Todos los clásicos han sido transformados y adaptados.

Para finalizar, sabemos que publicaste un libro, “El equilibrio de bailar” sobre la figura uruguaya María Noel Riccetto, actual directora del Ballet del Sodre. ¿Cómo fue que surgió la idea de hacer esta biografía? ¿Cuál fue tu motivación?

La idea surgió porque yo trabajaba con el ballet de Uruguay dando esas charlas para el público y colaborando con el diario El País. Ahí conocí a María y surgió el proyecto. Esa idea original muy loca y que en su origen me asustó mucho, porque era contar la historia de la mayor bailarina uruguaya de la historia. Pero luego se transformó en un paso a paso de mucho trabajo y con diferentes etapas. El proceso de investigación fue el más disfrutable. Durante 6 años me permitió rondar por salones de clase y ensayo, acompañar a María en el detrás de escena, hacer muchísimas entrevistas, viajar a Nueva York y entrar al mundo del ABT a hablar con artistas que eran mis ídolos. Todo eso para mí fue el paraíso. Lo que aprendí y disfruté no está escrito.

Después y junto a lo anterior, estuvo el proceso de selección. Elegir qué contar, lo que no fue fácil porque todo me resultaba apasionante. Y finalmente el proceso de escritura que consistía en llevar a un papel de manera clara y ordenada la intensa vida de esta increíble bailarina que fue María. Un texto que para mí debía de tener dos condiciones importantes: ser accesible a personas que no pertenecieran al mundo del ballet y transmitir esas emociones que tanto habían marcado la vida de María y el proceso de investigación.

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